Nos encontramos con esta bella obra llamada «La Novia de Oro» un hermoso cuadro de oleo sobre tela, creado por la artista, muralista, activista social y poetisa Aurora Reyes, perteneciente a la misma generación de Frida Kahlo y Diego Rivera en un México de los años 50, donde el pueblo pedía grandes cambios sociales, políticos y culturales.

Esta obra, considerada por algunos críticos como una de las piezas más sobresalientes del siglo XX, fue realizada por Aurora Reyes en 1955 y nos muestra a una tehuana: Estela Ruiz, a quien Aurora conoció en Tehuantepec cuando acompañó al entonces presidente Lázaro Cárdenas durante la gira que realizó al Istmo junto con algunos miembros del Salón de la Plástica Mexicana.

Aurora Reyes quedó impresionada por la belleza de la Estela y por su espectacular traje de novia, así que le pidió que le permitiera plasmarla en un lienzo. La gran calidad del dibujo de Aurora se hace visible, resalta la figura humana que muestra la potencia de las expresiones y los rasgos físicos de Estela Ruiz. En su atavío resalta el contraste del dorado con el blanco; en el lado izquierdo de la figura aparecen llamas en movimiento ascendente que enmarcan a la tehuana, la luz generada por estas flamas crea un halo a su derredor. Estela lleva entre las manos un ramo de flor de palma que recarga en la falda; al centro de esta se forma una espiral que atrae la vista hacia un espacio interior oculto que a su vez se contrapone con la mirada de la retratada, perdida en el horizonte, tal vez como consecuencia de su trágica historia de amor.

La Historia de la Novia de Oro

Corrían los tiempos en los que el General Lázaro Cárdenas regía el destino de la gran nación mexicana, el general con su gran visión y tino político aceptó participar en una gira por todo el país para llevar a los miembros del salón de la plástica mexicana: Diego Rivera, Frida Kahlo, Aurora Reyes. Cuando la comitiva del general llegó a Tehuantepec, el general Sánchez Taboada -jefe del Estado Mayor Presidencial- conoció a una tehuana de nombre Estela Ruiz, de quien quedó prendado por su belleza y aunque él era casado, le propuso matrimonio, entregó a su padre una fuerte suma de dinero para preparar la boda, misma a la que fueron invitadas Frida Kahlo y Aurora Reyes.

Llegado el día de la ceremonia la novia portaba un vestido de filigrana de oro que la hacía lucir como un sol brillante, el pueblo entero estaba de fiesta, los invitados se mostraban excitados por la explosión de colores y la riqueza del momento. Por fin, el tren en el que el general venía apareció en el horizonte, los quince minutos que tardó en llegar se hicieron eternos para Estela que esperaba ansiosa a su futuro esposo. Su brillo se vio eclipsado por un vagón vacío que tiró por el suelo todas sus ilusiones al darse cuenta de que su amado había faltado a su palabra, ya que era casado y tenía una familia en la ciudad de México.

Una de las artistas invitadas a la boda fue testigo de todo este drama, Aurora Reyes capturó en un boceto a Estela el día de su boda, mismo que terminó siendo la hermosa obra de arte a la que tituló La Novia de Oro.

 

Aurora Reyes, como lideresa del café París, tuvo el poder de presentar a Luis Echeverría Álvarez-asistente personal del General Sánchez Taboada- como mascota del grupo de la Sociedad del Café París y el día en que Aurora terminaba su cuadro la Novia de Oro, en su casa estudio de Coyoacán apareció Luis Echeverría en el estudio y descubrió que Aurora estaba pintando a Estela Ruiz y le dijo: «Esta es la vieja de mi general Sánchez Taboada, te la compro». Argumentó Aurora que ese cuadro pertenecía ya a Bellas Artes y que incluso ya se lo habían pagado, pero Echeverría le suplicó que se lo prestara sólo para que pudiera verlo su padre político y mentor, y esa noche salió con el cuadro.

Aprovechando que era el cumpleaños del general Sánchez Taboada, le llevó el cuadro hasta su domicilio, al no encontrar al general en su casa habló con su esposa, quien conocía muy bien a Echeverría por ser asistente del general, y lo dejó pasar a la sala para dejar el cuadro colocado sobre la chimenea, el mismo que se quedó tapado con un lienzo de algodón blanco.

En la noche, al llegar el general, después de festejar su cumpleaños, encontró a su familia dormida, caminó hacia la sala y notó el cuadro tapado y colocado encima de la chimenea, se dirigió hacia él y con curiosidad jaló el lienzo de algodón para destapar la obra, su impresión fue tal al descubrir a Estela vestida de oro, como un sol que lo había seguido hasta su misma casa, que cayó fulminado por un infarto al corazón. De alguna manera Echeverría recuperó el cuadro y lo guardó para sí mismo.

La Mujer Vestida de Novia

María Estela Ruiz Velázquez nació en 1911, en Santa María Jalapa del Marqués, Oaxaca. Credo al lado de sus nueve hermanos y de sus padres, Enriqueta Velázquez y Paulino Ruíz Cruz. Su padre -cuenta Estela-fue un hombre idealista y ávido de cultura, un aguerrido revolucionario que buscó que sus hijos recibieran la mejor educación.

Estela estudió para maestra de Educación Física y comenzó su carrera impartiendo clases en el primer internado de señoritas indígenas, sin embargo a los 25 años su vida dio un giro.

La Tehuana en el billete de  10 pesos Mexicano

En 1936, el entonces presidente de México, el general Lázaro Cárdenas, bajo el lema «México para los mexicanos» impulsó una fuerte campaña política que comenzó con el establecimiento de imágenes propias del país en los billetes nacionales.

Organizó un concurso de trajes regionales con participantes provenientes del Istmo de Tehuantepec; la ganadora sería la imagen del nuevo billete de 10 pesos. Todas las concursantes vestían el tradicional traje de tehuana, entre las cinco finalistas quedaron Estela y sus hermanas Elvia y Flérida. Finalmente, por unanimidad eligieron a Estela Ruiz como la ganadora.

Después de este acontecimiento, Estela dedicó toda su vida a la docencia y no ganó ni un solo peso por el billete del cual fue imagen durante más de cuarenta años. Muy orgullosa decía: «ninguna mujer ha estado en manos de tantos hombres como yo». Posteriormente se le invitó a representar a México en bailes tradicionales en el extranjero. Murió en el 2004 a los 92 años.

Fuente de información: Oaxaqueñas que dejaron huella (Mujeres en el tiempo) de Dulce María Méndez. Biografía escrita por Guadalupe Padilla de Ortiz Monasterio.

× tienes dudas ?